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La conexión entre la memoria y el estrés

Aunque un poco de estrés es normal de vez en cuando, el estrés persistente y crónico puede afectar a nuestro cerebro y a la formación de nuestros recuerdos. Esto hace que la gestión del estrés sea fundamental a la hora de proteger la memoria y la salud cerebral a largo plazo. Siga leyendo para saber más sobre la memoria y el estrés, así como consejos para procesar las emociones de forma saludable para el cerebro.

El estrés y el cerebro

El estrés es la reacción del cuerpo a una amenaza percibida. Es un mecanismo de supervivencia que nos ayuda a salir del peligro rápidamente. El cuerpo entra en modo “actuar rápido”, lo que provoca una serie de reacciones fisiológicas y químicas que afectan a todos los sistemas del organismo.

¿Cómo afecta el estrés al cerebro y al cuerpo?

  • La parte del cerebro que se encarga de los instintos de supervivencia (la amígdala) se activa.
  • El sistema nervioso simpático libera hormonas, como la adrenalina y el cortisol, para alertar al organismo.
  • El corazón late más rápido, bombeando más sangre, para que su cuerpo pueda responder más rápido.
  • La respiración aumenta para enviar más oxígeno para alimentar su cuerpo.
  • El flujo sanguíneo hacia la superficie disminuye y se reasigna al cerebro y a los músculos, lo que hace que la piel aparezca pálida.
  • Las pupilas se dilatan para aumentar la conciencia de peligro.
  • Los músculos se tensan y se preparan para reaccionar rápidamente.

¿Cómo afecta el estrés al cerebro y a la memoria?

Según el Dr. Kerry Ressler, director científico del Hospital McLean y profesor de psiquiatría de la Facultad de Medicina de Harvard, todos los tipos de estrés afectan al cerebro de alguna manera. Esto es válido tanto para los animales como para los seres humanos.

El cerebro es, con mucho, el sistema más complejo del cuerpo. No actúa como una sola unidad. Consiste en muchas funciones que trabajan todas juntas al mismo tiempo. Cuando una parte del cerebro se activa, otra parte puede no tener tanta potencia para hacer su trabajo.

En una situación de estrés, el cerebro tiene que utilizar sus recursos de forma inteligente. La energía va a la parte del cerebro que maneja tus instintos de supervivencia, llamada amígdala. Eso deja menos energía para las tareas de alto orden, como el almacenamiento de la memoria. Esto explica por qué muchas personas tienen problemas para recordar correctamente los detalles después de un acontecimiento traumático.

El estrés es una parte inevitable y natural de la vida. Es un sistema de respuesta del organismo que ayudó a nuestros antepasados a salir de situaciones peligrosas, como escapar de un depredador o sobrevivir a un desastre natural.

Hoy en día, la mayoría de nosotros no tiene que preocuparse por huir de un león salvaje, pero todavía tenemos que lidiar con nuestros propios tipos de estrés, y nuestros cuerpos no saben la diferencia. Por supuesto, los acontecimientos traumáticos pueden causar estrés. Incluso las situaciones que no suponen una amenaza para la vida, como el impago de facturas, las agendas apretadas y la presión laboral, pueden desencadenar la respuesta al estrés. Si no se controla, el estrés puede provocar problemas físicos y afectar a nuestra capacidad para formar recuerdos.

De hecho, el estrés persistente puede recablear el cerebro. Las pruebas demuestran que los animales que experimentan estrés crónico tienen una actividad reducida en ciertas partes del cerebro. Las partes más primitivas del cerebro centradas en la supervivencia permanecen activas, como la amígdala. Con el tiempo, las partes más activas del cerebro se fortalecen y las regiones que reciben menos atención se debilitan.

Cómo proteger su memoria del estrés

Las técnicas de gestión del estrés pueden ayudar a procesar las emociones y proteger el cerebro del estrés con el tiempo. Equilibra el estrés y la función de la memoria con estas prácticas para sentirte tranquilo.

1. Meditación

Es una técnica que se remonta a miles de años atrás. Y hoy en día, la ciencia apoya los enormes beneficios de la meditación para nuestra salud. No sólo ayuda a reducir el estrés, sino que la concentración prolongada durante la meditación también puede mejorar la memoria.

Hay muchas formas de prácticas de meditación. La meditación con mantras, por ejemplo, consiste en la repetición de oraciones o frases para ayudar a concentrar la mente. Durante la meditación de atención plena, te centras en la conciencia del momento presente. Si te cuesta quedarte sentado, prueba con prácticas de meditación activa como el yoga, el tai chi, el qigong o el mindful walking.

Conozca más consejos para reducir el estrés y sentirse mejor.

2. Acuérdate de descansar

Las situaciones estresantes pueden hacer que te entre el pánico y que sigas con el “go-go-go” cuando en realidad necesitas bajar el ritmo y descansar. Una vida acelerada puede dificultar aún más el procesamiento del estrés de forma saludable. Nuestro cerebro se pone en marcha, lo que puede causar problemas cognitivos con el tiempo. Procura bajar el ritmo de vez en cuando, para que tu cuerpo pueda descansar y recuperarse del estrés.

Consejos para reducir la velocidad:

  • Desconecta y pasa menos tiempo con tu teléfono.
  • Salga a dar un paseo al aire libre para “despejar la mente” y tomarse un descanso.
  • Escuchar música relajante.
  • Priorice su lista de tareas y libere tiempo en su agenda.
  • Haz descansos y practica ejercicios de respiración o meditación.

3. Ejercicio

Ya has oído la frase “sacudirse”. Bueno, ¡hay algo de sabiduría detrás de ese dicho!

En su libro ” Por qué las cebras no tienen úlceras“, el neurobiólogo Robert Sapolsky habla de la forma que tiene la naturaleza de aliviar el estrés. Los animales tiemblan literalmente después de experimentar la respuesta al estrés.

Las sacudidas ayudan a aflojar los músculos, a quemar la adrenalina extra y a calmar el sistema nervioso. Así que, la próxima vez que te sientas estresado, ¡muévete! Bailar, salir a correr, hacer estiramientos… este tipo de movimiento le ayudará a devolver a su cuerpo su estado natural.

4. Calma tus nervios con el suspiro fisiológico

El Dr. Andrew Huberman es neurocientífico del Departamento de Neurobiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford. Para calmar el sistema nervioso inmediatamente, recomienda el suspiro fisiológico:

El suspiro fisiológico es un patrón de respiración de dos inhalaciones por la nariz seguidas de una exhalación prolongada por la boca.

El suspiro fisiológico produce un efecto calmante en tiempo real al activar el sistema nervioso parasimpático, responsable de reducir el estrés. Esta solución rápida puede ayudar a restaurar su cuerpo a un estado de relajación y aliviar el impacto del estrés en la memoria.

5. Apoyar al cerebro con suplementos

Algunas hierbas tienen la capacidad de calmar la mente y aliviar el efecto del estrés en el cerebro. Así que incluya algunos de estos suplementos saludables para el cerebro en su rutina de bienestar:

  • La ashwagandha favorece la relajación en estado de alerta y el alivio del estrés. Se ha utilizado en la medicina tradicional india durante miles de años para ayudar a equilibrar el estado de ánimo y proteger la salud del cerebro a largo plazo.
  • El GABA es un neurotransmisor que calma los mensajes entre las células cerebrales, dejándote más relajado.

Todos experimentamos estrés de vez en cuando. Aprender a gestionarlo puede ayudar a afrontar el estrés, para sentirse más tranquilo y resistente. Proteja su memoria del estrés con las gomitas NeuroQ Calm Focus.

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